Clínica esquizoanalítica – Call for Papers

 

  1. El esquizoanálisis creado por Gilles Deleuze y Félix Guattari es una propuesta crítico-clínica. Es crítico, ya que combina conocimientos y prácticas diversas para liberar de todo reduccionismo la transversalidad de los flujos que trazan una problemática. Es clínico, en tanto se opone a cualquier a priori y aporía sobre la forma en que estos flujos vienen a combinarse en cada situación. El esquizoanálisis se enfoca así en la producción de subjetividad en una situación dada, no en términos de identidad y significado, sino en términos de devenir y encuentro; no trata de juzgar y prescribir, sino que invita a la experimentación y la liberación. Por lo tanto, se trata de una propuesta firmemente centrada en la práctica. Tomando como punto de partida la conceptualización de un inconsciente social e histórico hace posible definir el trabajo clínico como una práctica micropolítica, y es a partir del análisis de la relación entre el deseo y la producción social, histórica y económica, que encuentra su formulación en la pregunta: ¿cómo queremos vivir?
    Al emprender un mapeo de conjugaciones y declinaciones de flujos consistentes en la producción de subjetividad, aún demasiado a menudo sumida en la normopatía y el fundamentalismo, el esquizoanálisis pretende transmutar y poner a la subjetividad en movimiento. El objetivo de esta convocatoria es comenzar una presentación de las prácticas actuales que afirman tal compromiso esquizoanalítico. Además, es una invitación a movilizar la potencia de las herramientas conceptuales del esquizoanálisis para comprender la complejidad de las situaciones clínicas y la transversalidad de los problemas de la vida cotidiana.

 

  1. El esquizoanálisis influyó profundamente en la práctica de referentes importantes de la psicología social en Argentina, Uruguay y Brasil, en particular los miembros del Grupo de Plataforma (disidentes de la Asociación Psicoanalítica Internacional).
    Entre ellos se destaca Gregorio Baremblitt, quien lo introduce en América Latina al involucrarse en una importante y amplia difusión desde 1973, y se aplica a la formación de esquizoanalistas con la ayuda, en Brasil, de Osvaldo Saidón. La contribución más importante de Baremblitt es, sin dudas, la invención del Esquizodrama como método de aplicación clínica. En resonancia, Eduardo Pavlovsky y Hernán Kesselman desarrollan su método de multiplicación dramática reformulando la clínica grupal al afirmar: “éramos deleuzeanos sin saberlo”, dando cuenta de una prática que demostraba su afinidad con el esquizoanálisis. Luego, Armando Bauleo y Juan Carlos De Brasi se hicieron eco del Grupo Operativo creado por Enrique Pichón Riviere. Podemos percibir la creatividad de este agenciamiento colectivo de enunciación en la saga llamada “Lo Grupal” libro-revista comandada por Pavlovsky que fue publicado a lo largo de los años 80 y principios de los 90, abriendo el camino en esta zona del mundo, y dando el primer empuje para generar las condiciones de una futura clínica esquizoanalítica.

 

  1. Sin embargo, esta recepción estimulante y favorable del esquizoanálisis en América del Sur es bastante excepcional. No solo no encontramos en ningún otro lugar a analistas que se digan esquizoanalistas, sino que incluso hoy en día es ignorado en gran medida en los círculos clínicos. Además, teniendo en cuenta que El AntiEdipo es sin dudas la referencia más clara al respecto, junto con, en menor medida, Mil Mesetas, ¿No resulta sorprendente que el trabajo de Guattari que teoriza y practica explícitamente el esquizoanálisis permanezca marginal? Recordemos que trabajó toda su vida en la clínica de La Borde y escribió entre otros textos “El inconsciente maquínico”, “Ensayos de Esquizoanálisis” y “Cartografías esquizoanalíticas”, luego “Caosmosis”, donde establece claramente la importancia del esquizoanálisis en su ecosofía. También fue Guattari quien estuvo involucrado en el movimiento de la psicoterapia institucional con François Tosquelles y Jean Oury y en la Red Internacional de Alternativas a la Psiquiatría que reunió a gente como Mony Elkaïm, Franco Basaglia, Ronald Laing y David Cooper. ¿Qué lugar debería asignarse hoy a la práctica clínica de Guattari y su activismo por las alternativas? ¿Qué actualidad, qué fuerza reconocer en su ecosofía y su metamodelado de los agenciamientos colectivos de enunciación mientras el cognitivismo se ha casado con el conductismo y que el psicoanálisis no parece haber sido perturbado?

 

  1. En Montevideo, Uruguay, el Centro Félix Guattari se dedica desde su fundación en el año 2000 a la investigación y producción de conocimientos y prácticas esquizoanalíticas en diferentes ámbitos clínicos, institucionales y comunitarios, orientados por una perspectiva ecosófica desde el paradigma ético-estético. Se desarrolla una concepción ampliada de la clínica, entendida como cartografías y desvíos (clinamen) para la recomposición de la subjetividad. “Lo que me interesa, dijo Guattari en 1992, es ver exactamente cómo, desde los ritornelos de la vida cotidiana, ritornelos estéticos, podemos encontrar un punto de bifurcación que genere un proceso de resingularización.” (Guattari, ¿Qué es la Ecosofía?, p.316) Es desde esta perspectiva que el presente llamado a contribuciones desea mostrar una presentación de los diferentes desarrollos teóricos y prácticos de esquizoanálisis que afectan actualmente el ejercicio de la psicoterapia, aunque en realidad esta perspectiva se vea permanentemente desbordada. El objetivo es identificar las perspectivas clínicas que han proliferado a partir del esquizoanálisis para mapear prácticas clínicas emergentes.

 

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– 15 de enero de 2019: fecha límite para enviar propuestas

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– 1 de mayo de 2019: aprobación de las versiones definitivas

– 15 de mayo de 2019: publicación en línea